QUÉ ES CONSTITUCIÓN PARA TODOS
Bienvenido a Constitución para todos…
Este sitio web está dirigido al inmenso número de personas comprometidas con su vertiente cívica que quieran tener más información en la que basar su opinión, su actividad social y política.
Es, por tanto, una web divulgativa de la realidad constitucional, democrática, de la que goza España desde 1978; pero no es sólo eso…
Constitución para todos, yendo un paso más allá, trata de convertirse, de una parte, en un repositorio, en un almacén de datos, en el que el interesado podrá encontrar los textos constitucionales más relevantes en el ámbito internacional, europeo e iberoamericano, así como los textos constitucionales que han jalonado la historia constitucional española.
Pero no nos quedaremos ahí… Constitución para todos quiere convertirse en una referencia nacional e internacional para todos los estudiantes, españoles e iberoamericanos, del Derecho constitucional vigente. Por eso, paulatinamente y de manera clara, se irán subiendo a esta página web videos explicativos de los conceptos esenciales para la comprensión de la Teoría del Estado (para definir, por ejemplo, su evolución hasta definición como Estado democrático) Teoría de la Constitución, sistema de fuentes, derechos y libertades de los ciudadanos y las instituciones (Cortes Generales, Gobierno, Poder Judicial, Tribunal Constitucional…) que los protegen frente al poder incontrolado del propio Estado o de estructuras de poder. De igual manera se realizarán diapositivas-resumen de cada uno de los temas, de tal manera que, del visionado de los videos y de la lectura de éstas, el interesado adquiera una idea general de la cuestión a comprender.
Todo ello viene motivado por mi creencia sincera en que no existe democracia cierta si no existen ciudadanos que la defiendan, que la entiendan, que la comprendan… que la quieran; con sus defectos, sí, pero sin olvidar sus innumerables virtudes. Los perros que ladran por los caminos, aquellos falsos profetas que prometen «ínsulas baratarias» inexistentes, son partidarios de virajes a círculos dantescos sobre los que hay que alertar, dotando a nuestros ciudadanos de la mejor, de la única herramienta posible: la educación, la cultura política, la capacidad de discernir entre el modelo de convivencia justo y el ilegítimo, entre el Estado de Derecho y la ilegalidad.
En estas fechas tan aceleradas, donde la pausa, el diálogo, el compromiso, dejan paso a la precipitación, al twit, a las trincheras irracionales, al «yo y ya»… quiero encontrar, como Diógenes hace veinticuatro siglos, un hombre honesto, democráticamente honesto. Por ello quiero potenciar, quiero poner al alcance de todos, el conocimiento, los datos básicos para que, concienciados todos de nuestra responsabilidad política, podamos apostar convencidos por la democracia como único sistema de gobierno compatible con nuestra libertad. Que populismos tan políticamente arcaicos como socialmente superados; que integrismos religiosos, sobre todo el islámico; que comunismos y fascismos… sean galgos o podencos, como en la fábula de Iriarte, terminan mordiendo, destrozando la tan necesaria convivencia democrática de la que gozamos, de la que nos beneficiamos los ciudadanos libres e iguales que vivimos dentro del sistema democrático occidental.
Si compartes estos principios; si la página te ha servido para entender mejor el sistema en el que vives, o al que lamentablemente aún aspiras conseguir; si mi trabajo te ha servido, incluso, para poder comprender y aprobar una asignatura o los contenidos de alguna de ellas… el esfuerzo habrá valido la pena.
Y si no fuera así, pues al menos yo podré decir que «por mí no ha quedado»; que lo he intentado; que he luchado, dentro de mis escasas posibilidades, para que regímenes criminales, sociedades basadas en la desigualdad, en la falta de libertad, no aniden de nuevo en nuestras vidas. Y si aún existieran, lamentablemente es la realidad de muchos, que, poco a poco vayan perdiendo fuerza. En esa batalla de las ideas siempre estaré, siempre me encontrarás. Y, si puedes, te pido que te unas…
José Manuel Vera Santos